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PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ

Juan Ángel Corbacho continúa con sus entramientos, esta vez desde la ganadería de Jandilla. El novillero sufrió un serio percance el pasado mes de diciembre mientras tentaba en casa de Peñas Blancas. El percance le ocasionó diversas complicaciones, sin embargo, García Corbacho ya regresaba a los entrenamientos a principios del mes de febrero.

En esta ocasión, el miércoles 17 de febrero, el novillero se midió a dos vacas de Jandilla, junto con Diego San Román y Miguel Polope. Esta ha sido la primera vez que toreaba desde el percance, es decir, después de dos meses.

García Corbacho, ante la primera vaca, estuvo firme y con seguridad frente a una vaca pronta, que medía, pero que poco a poco el espada fue templando, metiéndola en la tela. Trazó series cortas, con respiros para el animal, para que no perdiera fuerza y embistiera con ritmo. Tampoco le podía exigir demasiado por abajo, porque perdía las manos con facilidad. Acortó distancias y alargó el muletazo, llevándola cosida, sin alejarle la tela del morrillo. Ligó y abrochó las tandas.

La segunda, algo más metida por dentro, la intentó llevar con los extremos. García Corbacho no perdió la oportunidad, y aunque no dejó de tirar de ella, evitando su querencia y desinterés en la franlea, se mantuvo con firmeza. Tuvo que perderle pasos y buscar las vueltaws a un animal nada fácil de llevar.