Daniel Pérez, un novillero brillante y con un futuro prometedor, ha demostrado su destreza y madurez en sus últimas actuaciones, en las cuales se podría decir que ha arrasado, a pesar de su corta edad. Desborda ilusión y frescura, sin abandonar su sacrificio diario ni perder de vista sus sueños para poder volver a una plaza y poder volver a disfrutar.

La verdad que ha sido duro, pero en ningún momento perdí la ilusión por seguir entrenando y con la mente puesta en el objetivo de todos los años. Lo cierto es que entrenas con la incertidumbre de si podrás volver a torear en una plaza, pero gracias a Dios he hecho mucho campo, que por suerte, no ha faltado. Hemos podido seguir en nuestro mundo.

Sí, la verdad que me considero un verdadero afortunado, el poder vestirme de luces en un año tan duro como lo fue el 2020 es para sentirse afortunado y más cuando muchos compañeros no han podido hacerlo.

Yo creo que en un momento bueno, no he parado en ningún momento de entrenar y de buscar la constante evolución, y gracias al entrenamiento y el campo, se puede ir viendo el resultado poco a poco.

Si hablamos de David Adalid ¿Qué significa para ti?

David Adalid es un gran profesional, sin ninguna duda. Es importante rodearse de buenos profesionales ya que todos pueden aportar grandes cosas a cada uno.

Las cámaras han sido las que han podido tirar adelante muchos festejos y la verdad que gracias a ellas he podido torear, y fue emocionante.

¿Cómo ves la situación actual del toreo?

La situación actual no sabría definirla, porque vivimos en una constante incertidumbre, pero ya no solo el toreo, sino toda la sociedad en general.

Mi día a día está 100% dedicado al toro, al entrenamiento constante, por las mañanas por mi cuenta y por las tardes en la escuela. Y ahora mismo, sueño con poder volver a una plaza y poder volver a disfrutar y hacer disfrutar a la gente.

La verdad que no sabría decirte, creo que eso lo deben ir definiendo los aficionados, ahora mismo me centro en evolucionar y expresar lo que yo siento.