Las propuestas antitaurinas no han sido aprobadas por el Parlamento portugués. Solo el Partido Animalista (PAN) y Bloco de Izquierda han votado a favor, por lo que han ahogado sus ideales en un mar de democracia. El objetivo de ambos grupos era eliminar cualquier apoyo hacia la Tauromaquia, para posteriormente proceder a una reestructuración del espectáculo y acabar con la cría de reses de bravo, entre otras medidas.