lunes, 29 de abril de 2024

Alejandro Peñaranda: “La variedad de encastes de las novilladas debería darse en las corridas de toros”

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 Entrevista

JAVIER ESPADA ROMÁN


  

Alejandro Peñaranda (2002) recordará por mucho tiempo la
extraña temporada de este año. El novillero sin picadores de la Escuela Taurina
de Albacete ha relanzado su carrera y se ha afianzado con fuerza en el panorama
novilleril sobre todo tras proclamarse ganador de la quinta edición del
Certamen “Promesas de Nuestra Tierra” de Castilla-La Mancha. Pese a que su idea
de debutar este año con picadores se viera truncada, la gran dimensión que
exhibió en los festejos del certamen y el eco de las cámaras de televisión le
abrieron las puertas de otros carteles en plazas importantes que le han servido
para rodarse aún más como novillero. Ahora, pone su mirada en la próxima
temporada con optimismo y con la seguridad de tener ya la primera fecha en
Saint- Sever (Francia), donde está anunciado para el 31 de marzo del próximo
año.

Un novillo de La Quinta y una tarde
redonda de Alejandro Peñaranda (cuatro orejas y un rabo) sirvieron para
clasificarlo para la final del Certamen y para situarlo en el mapa de los
novilleros punteros de este año. El escenario fue la plaza de Munera (Albacete)
y la fecha el 26 de julio. Así lo reconoce Peñaranda, que no duda en calificar aquella
tarde como la más importante de su temporada. “El novillo fue extraordinario,
pero había que torearlo bien y como se merecía, creo que estuve a la altura,
que la gente lo vio y que salió de la plaza contenta” explica el novillero, que
ya había toreado en el mes de marzo, en la época previa al coronavirus, en la
plaza de toros de Valencia dejando una buena impresión y cortando un trofeo.

Su actuación con la novillada de La
Quinta le valió un hueco en la final a seis del Certamen Promesas de Nuestra
Tierra en Fuensalida (Toledo). Aunque se proclamó triunfador de la final del certamen,
Peñaranda tiene “un sabor agridulce de aquel día”. “Sabía que podía dar mucho
más de mí porque estaba a un nivel que tenía que demostrar, pero al final lo
gané” confiesa el espada de Iniesta, que vio con buenos ojos que la final diera
la oportunidad a seis novilleros con el formato de un novillo para cada uno de
los seis actuantes.

“El año que viene empiezo temporada en Francia, que es un sitio muy bueno
para poder torear más si doy una buena imagen”

El premio de ganar el certamen fue
entrar en una nueva novillada, esta vez en la plaza de Añover de Tajo, donde
cortó dos orejas a un novillo de Polo Saiz y emborronó con la espada su labor
con el segundo. “En Añover pude torear bien. Se vio a un Alejandro Peñaranda
más maduro y queriendo hacer bien el toreo” explica el alumno de la Escuela
Taurina de Albacete, que reconoce “que la única pega fue la espada en el
segundo novillo”.

Después de Añover, el último
compromiso de la temporada para Peñaranda fue en la plaza de toros de Toledo,
aunque estaba anunciado en una nueva novillada para este próximo 11 de
noviembre en Saint – Sever (Francia), que ha tenido que aplazarse a causa del
coronavirus. “Me presentaba este año en Francia y tenía un montón de ganas de
torear allí, pero por el Covid-19 no se ha podido y se ha fijado una nueva
fecha para celebrarla el 31 de marzo. Por tanto, no hay mal que por bien no
venga, el año que viene empiezo temporada en Francia, que es un sitio muy bueno
para poder torear más si doy una buena imagen” confía el novillero.

Sin embargo, los planes para esta
temporada eran bastante distintos. La idea de Alejandro Peñaranda era torear
unas cuantas novilladas a principios de temporada para debutar con picadores
con un cierto rodaje en su pueblo, en Iniesta (Cuenca), y después torear varias
novilladas con caballos más. Sin embargo, no pierde la ilusión de hacerlo en el
próximo año, donde en su opinión, “se verá a un Alejandro mucho más maduro y
con las cosas más claras”.

“Debemos absorber cosas de todos los toreros sin ser copia de nadie”

Formado en la Escuela Taurina de
Albacete, de donde ha aprendido grandes valores como el respeto y la
profesionalidad y que califica como “una de las mejores escuelas taurinas de
España”, no podía sino llevar consigo la huella de la tauromaquia de Dámaso
González. “El temple de Dámaso se ha quedado en Albacete y la mayoría de los
toreros que salen de allí lo hacen con el temple en las manos” explica el
novillero manchego, que también se fija en otros toreros del escalafón actual
como Paco Ureña, Enrique Ponce o Alejandro Talavante. “Debemos absorber cosas
de todos los toreros del escalafón sin ser copia de nadie” explica Peñaranda,
que define su concepto de toreo como “clásico y elegante, pero a la vez de
valor y que conecta con el tendido”.

Con la ausencia de las grandes
ferias de novilladas, este año las únicas oportunidades para los novilleros han
sido los certámenes retransmitidos por las televisiones autonómicas, que han
sido fundamentales para que se pudieran dar estos festejos. “Las televisiones
han hecho un trabajo extraordinario, sin ellos hubiera sido imposible dar
tantas novilladas y además la repercusión ha sido el triple que las que tenían
anteriormente” afirma el espada.

“No puedo decir que no a nada, hay que torearlo todo”

Unas ferias y certámenes de
novilladas en las que hay una gran variedad de encastes, incluso mucho mayor
que en algunas ferias de plazas de primera categoría. Para el alumno de la
Escuela de Albacete, “esto es algo muy bueno para los novilleros porque nos
viene de lujo”. Además, piensa que “esa variedad es muy importante y debería
darse no sólo en las novilladas, sino también en las corridas de toros y en las
ferias importantes”.

Junto a la gran representación de
los encastes, el trapío y la presentación de los animales en algunas novilladas
despierta pasiones a favor y en contra entre los aficionados. La última prueba
fue este año en la novillada de Añover de Tajo celebrada el 31 de agosto con
reses de la ganadería de San Isidro, un festejo que dio mucho que hablar dentro
del mundo taurino. Para Alejandro Peñaranda, esto “tiene cosas positivas y
negativas”. “Creo que ese tipo de novilladas tendrían que lidiarse para
novilleros más cuajados, pero por ejemplo yo no puedo decir que no a nada, hay
que torearlo todo”, confiesa el espada.

Sobre la ausencia de novilladas sin
picadores en la Gira de la Reconstrucción de la Tauromaquia, Peñaranda lamenta
que no se hayan dado porque “los novilleros somos el futuro, por eso me extrañó
mucho que no se anunciara ninguna”, reconoce.

Por último y sin perder de vista su
idea de debutar con caballos, pone la mirada en el futuro y aunque 
intenta ser
optimista, reconoce que “es posible que el año que viene sea parecido a este”. Por
eso, recalca que “ahora es el momento para que la gente del mundo del toro se
una y luche para que se sigan dando festejos”.

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