viernes, 3 de mayo de 2024

Álvaro Lorenzo, Tauromaquia reposada

Facebook
Twitter
WhatsApp

Crónica

PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ


  
Si hay algo que destacar del tercer festejo de la Gira de Reconstrucción es a Álvaro Lorenzo. Su Tauromaquia reposada de mano baja y templada cuajó series de mucha destreza y torería. Toreando con desmayo. De hecho, el de Toledo cortó las únicas dos orejas de la tarde a un ejemplar de Garcigrande, “Maniatado”, un toro al que hubo que llevar muy metido y al que Álvaro Lorenzo mejoró su embestida. A El Juli le falló la espada con su lote, a pesar de que toreara muy despacio, con el poso que tanto le caracteriza. 
“Gavilán” de Garcigrande y El Juli abrían la tarde con un saludo capotero bien probado y ligado sobre ambos pitones, llevándole con todo el cuerpo y sacándole hacia los medios. Empezó la faena por abajo, genuflexo, ganándole terreno, para después rematarle con uno de pecho con la mano izquierda. Siguió sobre el derecho, exigiéndole con dominio bajándole la mano, con mucho temple. El animal respondía con obediencia, así que El Juli lo citaba con el pico y con una breve pausa entre natural y natural, sin agobiarle, ligaba con ritmo y despaciosidad. El de Garcigrande tenía fijeza, salía y repetía, bajando la cara y colocando, aunque con sutiles cabeceos. Tomó vuelo en prácticamente una baldosa, paró el tiempo. Cerró con temple y despaciosidad, caló en los tendidos. Mató con seguridad, aunque tuvo que recurrir al descabello.
Álvaro Lorenzo recibía a “Maniatado”, buscón y que entró sin demasiado empeño en la capa del diestro. Lo esperó en los medios, abriéndole e intentando estirarse con él. Sin probaturas, se puso de rodillas en el tercio y lo recibió en la franela, para después seguir toreando con suavidad y mucho mimo. El toreo curvado y pronunciado, alargaba su embestida, dándole salida, pero retomándolo sin que se le fuera. Había que llevarle muy metido, pues salía suelto y con la mirada puesta, pues la fijeza brillaba por su ausencia. Se cruzaba y exageraba el cite, prestando su atención. Se veía podido y salía derrotando arriba, volviéndose. iba mejor por el izquierdo, ligando, aunque perdiendo motor con el avance de cada serie, rajado y manso, condiciones que se acentuaban. Ejecutó bien la suerte suprema.
Marcaba el ecuador del festejo “Bizarro” y El Juli, quien ejecutó un saludo templando y abierto en el que jugó con su brazos mientras lo llevaba hacia los medios. El diestro lo probó genuflexo para después tantearle por ambos pitones. Con desmayo y sutileza le arrancaba los naturales al de Garcigrande. Llevándole con los vuelos, queriendo evitar que se le quedara encima. Su embestida era mucho más pausada, sin ritmo, con sosería… sin humillar, pasando a media altura y sin parar, le faltó sitio. Sobre el derecho lo llevó muy cosido, sin abandonar aquel tranco irregular que le impidió romper. Pinchó.
“Madrileño” cerraba el festejo en las mano de Álvaro Lorenzo, que no lo dejó correr. Salía suelto, por lo que el diestro intentó fijarle. En tablas se completaron los primeros compases, los cuales siguió genuflexo para después seguir muy despacio hasta sacarlo del tercio. Mucho tiempo y sitio hubo que darle al segundo de su lote, que se mostraba muy reservado ante las exigencias de Álvaro. Salía por alto y con agresividad, quedándose corto, aunque bajando la cara. No fue una faena ligada, pero sí de mucha técnica y sitio, en la que no había lucimiento pero sí recibía el agradecimiento por parte de los tendidos. Soso y reservón había que consentirlo. Álvaro Lorenzo estuvo muy por encima de su adversario, midiendo mucho las tandas. Remató con repertorio y lucimiento, adaptándose a las condiciones de “Madrileño”. La espada deslució su esfuerzo.
Jueves 1 octubre. Úbeda. Toros de Garcigrande para El Juli, ovación, en ambos; Álvaro Lorenzo, dos orejas y ovación.

FOTO: @ALVARO_LORGUT

Entradas Relacionadas

Scroll al inicio