sábado, 4 de mayo de 2024

Las orejas de Tendero y Carretero al toreo bien hecho

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Crónica

PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ


  

Abría la tarde un toro al que Tendero recibió en el capote con sutileza y variedad, estirándose en los medios. Empezó la faena de rodillas con un toro que se vino por dentro, ajeno al cite. Descoordinado, abstraído y sin interés en la faena era difícil construir un tercio acompasado. Tendero tenía técnica y colocación, buscando la embestida lenta y templada. Le esperaba, abriendo el compás, adornándose y poniéndolo todo frente al desclasado primero. Terminó genuflexo, habiendo vaciado la escasa embestida del astado. Pinchó su esfuerzo.

El segundo de la tarde salía buscando, lo dejaron correr hasta llegar al encuentro de Carretero. Un inicio muy torero, guiándole con la ayuda, dejándole tiempo y sitio. Ligó llevando los naturales hasta el final. La mano baja con un sutil giro de muñeca que le metía de nuevo en la tela. Siempre llevándole en largo, mostrándose, con mucha verdad y acortando las distancias, para engancharlo desde el inicio y llevarlo muy metido. Quiso suavizar y parar la embestida, pero cada vez acortaba más su recorrido. Cerró con un toro agresivo, viéndose podido y sin dejarse someter. Mató con acierto.

Mario Sotos saludó con sutileza al tercero, atemperando su embestida, sacándolo hacia los medios y enseñándolo. Quiso seguir en su labor, muy torero, muy consciente de lo que tenía delate, tocando las teclas que este requería. Le dio el pecho a un toro que no atendía al cite, al que había que llevar en corto, con una breve pausa entre natural y natural, para dejar el paso atrás y reconducir la embestida del tercero. Le dio mucho sitio y tiempo, con despaciosidad, parando el tiempo. Se cruzaba e intentaba ligar, pero la continuidad era limitada. No se lo puso fácil. Sin un cierre lucido, se empeñó en torearlo con pases en redondo y manoletinas. Mató enhebrando al toro.

Tendero toreó con soltura y variedad con el capote. El toro entraba lo lleva bien al caballo. Comenzó la faena con muy poquita fuerza, no terminaba de humillar, toreando bien por la derecha, aunque cuando se veía obligado, el animal perdía las manos. Lo intentó al natural con temple para aguantar al toro, cambiando para terminar con pase de pecho. Siguió al natural, aguantando por arriba para que el toro no fuera al suelo. Lo colocó en suerte y pinchó, lo consiguió al segundo intento.

El quinto tuvo que ser devuelto. Carretero recibió al sustituto con una larga cambiada de rodillas, ante un toro suelto, al que logró encelar en los medios, abriéndole con los vuelos y jugando con sus brazos. En largo, rematando de rodillas series ligadas con ritmo, empezó la faena, aprovechando la movilidad ante un toro pegajoso. Toreó a pies juntos, intentando imponerse, cuajando una faena bien abrochada en cada natural, con mucha delicadeza. La suerte suprema culminó la labor de Carretero.

“Suspendido” cerraba la tarde en las manos de Mario Sotos, que le supo abrir el compás aunque sin lucirse. El paso atrás y la mano hasta el final dotaba de profundidad y determinación al natural. Ejecutando series de un sin fin de muletazos, a estos no les faltó ligazón, continuidad y movilidad. El animal acometía en la larga distancia, sin embargo, iba a menos, siendo más andarín por el derecho, sin dejar que Sotos se colocara. Recompuso la serie y volvió a frenar su embestida, marcando los tiempos. Le dejó respirar para retomarlo con un ligero toque fijador que encauzaba su recorrido, llevándolo metido, dejándole los vuelos en la cara, muy cosido. Quizá alargó en exceso la faena, queriendo exprimir al máximo al último de su lote. Tuvo que recurrir al descabello.

Tobarra. Toros de Herederos de Gregorio Garzón para Miguel Tendero, ovación y dos orejas; Diego Carretero, ovación y dos orejas; Mario Sotos,  vuelta al ruedo y silencio tras aviso.

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