viernes, 3 de mayo de 2024

Falta ritmo

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 Crónica

M.M.H.


  
Enrique Ponce, Curro Diaz y Sebastián Castella se midieron a los de Juan Pedro Domecq en Granada. Ponce cortó una oreja al primero, soso y escaso de fuerza, mientras que al cuarto lo desorejaba, pudiendo expresarse y torear con despaciosidad. Curro pinchó al primero de su lote aunque tampoco tuvo nada que mostrar con el mal ejemplar del de Domecq, al contrario que con su segundo con el que pudo embelesar al respetable con su arte y cortar un trofeo. Sebastián Castella tuvo que devolver al tercero, para después cortar una oreja a “Nigromante”, un toro con el que todo lo aportó el diestro. También corto una oreja al último de la tarde, otro al que le faltó motor para el lucimiento pleno del francés. Tarde donde no pudo brillar en su plenitud la terna ante los de Juan Pedro por su falta de ritmo.
A “Sambuca”, el primero de los de Juan Pedro Domecq, lo recibió Enrique Ponce,  genuflexo en el tercio para seguir por verónica con mucho temple. Le probó a media altura por ambos pitones y por el pitón derecho comenzó faena muy despacio, había que cuidar al de Juan Pedro, que le faltaba  fuerza.  Ponce  intentó torearlo despacio con molinetes y muletazos de uno en uno, había que aguantarle y lo hizo, no era faena para lucimiento. Al natural tiraba de el con la muleta en la cara a media distancia y media altura, llevándole en largo con los vuelos, acompañando con la cintura y muy buena colocación. De uno en uno arrancó los muletazos. Siguió con la derecha, sin ayuda, con mucha torería dándole el pecho, todo lo hizo Ponce. La espada le quedó tendida y no entera.

Curro Diaz recibió en su capote a “Secuestrador” por verónicas, rematando con una media. Genuflexo probó por ambos pitones al toro, tomó la muleta con la mano derecha y comenzó su faena. Al animal le costaba seguir el muletazo, así que le dio sitio y toques para templarlo, toreó sin ayuda con la misma mano, tirando de uno en uno sin lucimiento. No tenía entrega, pero mucho le aguantó Curro, que no desistió. Colocaba la muleta buscando el pitón contrario. Tomó la espada y remató con muletazos por abajo. Falló con la espada.

A “Nigromante”, que sustituyó a “Danzarina”,  lo recibió  Castella  genuflexo para seguir con lances a la verónica muy lentos rematando con chicuelinas y una media. Tras brindar al público, genuflexo y con la mano derecha comenzó su faena para después estirarse y llevarlo a los medios con torería. Lo guiaba a media altura, pero el toro marcó su querencia, el animal no pasaba, intentó  con el izquierdo, por ahí tenía más temple  y consiguió alguna tanda sin ligazón ni continuidad. Volvió al pitón derecho e intentó adornarse con molinetes  y llevándole a media altura para ir apretando  y así ligar una tanda decente.  Al final de la faena logró algo de sometimiento, mientras buscaba las tablas. Le igualó y hundió una estocada casi entera.

El meridiano del festejo lo protagonizaron Enrique Ponce y “Sainetero”. Ponce lo recibió en su capote a la verónica rematando con una media. Probándole le sacó del tercio a los medios y allí con la mano derecha comenzó su faena tirando de “Sainetero”, bajándole la mano con temple. El de Chiva, con desmayo, lo toreó girando su cintura con elegancia y torería. Se le veía cómodo y comenzó con su repertorio, ligando muletazos con despaciosidad. Cambió al natural, tiraba de el con su característico movimiento del pico de la muleta y tirón, levantando al tendido. Siguió con la derecha y sus poncinas dejando muletazos eternos. Rodilla en tierra toreó en redondo sintiendo el toreo entre los pitones. Era un toro noble, con molinete y abaniqueo cerró su faena. Pincho y escuchó el aviso,  al segundo intentó hundió la espada algo caída.

Curro Diaz templó la embestida del quinto de la tarde, Primoroso,  con su sello personal, mostrándole el capote muerto con verónicas muy bajas y cerrando con una chicuelina. Comenzó la faena por el pitón derecho, llevándolo a media altura. El toro protestaba, no tenía una embestida clara. Curro insistió y trazando una faena de uno en uno con despaciosidad y temple, consiguiendo tandas que calaban en los tendidos. Por el pitón izquierdo no pasaba, el de Linares no desistía, le daba tiempo, volviendo al pitón menos malo… se colocó y tiró de el de uno en uno, rematando con el de pecho, aguantó mucho Curro. Cerró muy torero con molinetes para cuadrarlo y hundir una estocada entera.

Cerraba el festejo “Ranchero” frenando en el capote de Castella  que lo llevó toreado por verónicas, bajándole las manos, ganándole terreno. Por el pitón derecho y a media altura comenzó su faena. El animal iba rebrincado, así que le dio tiempo y media distancia, consiguiendo una seria muy templada, sometiendo a su adversario. Por el pitón izquierdo iba más rebrincado si cabe. Siguió con la media altura llevándole largo y despacio. Volvió a tomar la muleta con la mano derecha y se lo pasó con pases cambiados y en redondo. El toro se quedó sin motor, se perfiló  y hundió un estoconazo entero algo caído.

Granada (Granada) España – Toros de Juan Pedro Domecq para Enrique Ponce, oreja; Curro Díaz, aplausos; Sebastián Castella, oreja y oreja.

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