Antonio Ferrera celebra este lunes 1 de junio, su salida en hombros de la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid. Una tarde de inspiración, sueño y de toreo lento. En definitiva, una de las mejores tardes vividas en San Isidro 2019. Era un Ferrea renovado, con un soplo de aire fresco, como el que encuentra la paz y sabe cuál es su lugar. Transmitió lo que debía transmitir, pureza.

Aquella tarde, el extremeño cortó tres orejas, una en el primero y dos en el cuarto, obteniendo su deslumbrante salida en hombros. Ferrera se midió a dos ejemplares de Zalduendo, de nombres “Bonito” y “Cítero”. Con la primera faena, el diestro cautivó, “Bonito” fue un toro de calidad y excelentes condiciones que le permitió a Ferrera llevarlo al compás que solo ellos dos entendían. Lo cierto es que el presidente, que tanto quebraderos de cabeza dio, se negó a concederle la segunda oreja, una oreja de ley.

La segunda faena le otorgó rotundidad, pues el toro requería inteligencia y mucho sitio. Un toro con unas querencias que se acentuaban y con las que el diestro tuvo que jugar. Ferrera supo construir la faena, adaptándose a las exigencias de un animal que se dejó ver por el pitón izquierdo, pitón por el que mostraba mejores condiciones.