El arrojo de Daniel Luque abría plaza con el de Montalvo, con el que logró cuajar una faena con gusto y sutileza. El astado y el matador encontraron el compás con naturales ligados en un sin fin de tandas en el que el toreo por abajo primó y ralentizó las embestidas y lo dotó de profundidad. El director de lidia no tendría la misma suerte con el segundo de su lote. Este fue mucho más incómodo. El de Montalvo arremetía con poder, ajeno al sometimiento de Luque.

El segundo de la tarde no calaba, le faltaba intensidad. Inició la faena de rodillas buscando lo que su adversario no aportaba. Los intentos de López Simón solo demostraban aun más la sosería y nobleza del primero de su lote. El quinto despuntaba maneras, algo que López Simón aprovechó para lucirse, construyendo un último tercio templado y continuado en el que logró encelar al astado en la franela. Lo dominó.

Álvaro Lorenzo se midió a un tercero comedido y noblón al que le faltó fuerza aunque tuvo buenas maneras. Terminó acortando su embestida y con ella la continuidad de las tandas. El de Toledo remató la faena por manoletinas muy ajustadas. Cerraba la Feria de la Candelaria 2020 un animal bronco y agresivo de cara. Álvaro intentó templar sus acometidas a la tela, se impuso pero sin suerte con su lote.