La libertad de expresión así como la libertad de tomarse la justicia por nuestros medios será el fin de las redes sociales. Las fotos taurinas son un foco de denuncias, sin embargo, no piensen que hablo de fotos sangrientas y salvajes, tal y como las califican. NO.

Da igual del tipo que sean, son denunciadas en cuestión de segundos. Quién tiene esa imparcialidad para determinar lo que debe aparecer y lo que no. Simplemente se denuncia porque no gusta, porque se está en contra. Error. Debería existir algún otro medio que no fuera tan simple, en la que existiera una conciencia, una responsabilidad y no el hecho de aplastar al que no piensa o tiene los mismos gustos.

Por qué es más lícita una imagen que otra. Es tan fácil como no buscar las páginas que no te gustan, así todos nos evitaríamos  problemas. Guarismo del ocho no es la primera vez que sufre este tipo de denuncias en Instagram, algo ilógico, retrógrada… Sin calificativo. Lo mejor de todo es el mensaje que emite la plataforma, “Contenido delicado. Esta foto incluye contenido delicado que algunas personas pueden encontrar ofensivo o molesto”. Repito, tus gustos o aficiones no son una regla que debamos aplicarnos el resto.

Por favor, dejemos de hacer la guerra por nuestra cuenta e intentemos ser un poco más sensatos a la hora de ver una imagen que no nos agrada y decidir denunciar. Qué ganas, la cuenta puede volver a subir la imagen una y otra vez. Le pese a quien le pese la Tauromaquia forma parte de nuestra cultura, lleva el arte implícito y, además, tiene una trayectoria histórica que lo ampara.