Lucio Sandín, Julián Maestro y Gregorio Lalanda fueron los protagonistas de la conferencia que se celebró este miércoles 16 de octubre en Chinchón. El Teatro Lope de Vega albergó un acto dirigido por el periodista taurino Diego Cervera y que reflejó la Escuela Taurina de Madrid en el festival de la localidad madrileña.

Los tres matadores repasaron su paso por el festival, algunos como toreros, otros como subalternos y otros como público. Sin embargo, todos ellos coincidían en la repercusión del mismo, con una categoría muy alta en la que se encontraban anunciados los toreros triunfadores de cada temporada. Aunque también se mencionó que parte de su prestigio se ha perdido, quizá las figuras no se presten tanto como antes o quizá existan otros intereses.

Estar presente en Chinchón supone un gran esfuerzo, pues siempre se ha celebrado a final de temporada. Además, también estuvieron de acuerdo en que  el festival sirve para impulsar a esos matadores que no son tan punteros, pero que les falta ese punto para que se hable de ellos. Apuntaba Julián Maestro que a Chinchón se viene por el prestigio y para sentirse torero, sin la presión y la responsabilidad que se siente durante toda la temporada. Al fin y al cabo si apareces acartelado es por méritos propios.

Cambiando de tercio y aprovechando la presencia de dos de los “Príncipes del toreo” se habló de sus inicios en los años 1978 y 1979. Sandín afirmó que para él, en aquel entonces, todo le sonaba a nuevo y maravilloso. Una ilusión que todavía mantiene, algo en lo que también estuvieron de acuerdo Maestro y Lalanda.  Sobre todo Julián, quien vivió muy de cerca esos años, en los que cuenta que los “Príncipes del toreo” no eran conscientes de lo que estaban viviendo.

Cerró el acto Francisco Javier Martínez Mayor, alcalde de Chinchón, quien añadió que se trata de un festival con muchos años a sus espaldas, pero que ya no hay esos carteles tan redondos que se remataban hace 50 años.

Imágenes cedidas por el Ayto. Chinchón: