Arganda del Rey vivió una tarde grande en la que ni el debut de los de Victorino Martín ni la mano baja, lenta y templada del mexicano Isaac Fonseca defraudaron. El espada abrió la Puerta Grande tras cortar dos orejas al segundo de su lote, al que mató con una estocada efectiva con la que cautivó al público. 

La faena estuvo llena de matices, unos matices a los que ha acostumbrado ya a los aficionados. Se desenvuelve con soltura y desparpajo ante los novillos. Hay garantías de futuro.

El Rafi estuvo a punto de acompañar en hombros al mexicano,, sin embargo, solo cortó una oreja al quinto. La suerte suprema le jugó una mala pasada con el segundo y perdió los trofeos. Sus faenas tuvieron destellos de calidad con la mano izquierda, en naturales lentos y ligados que calaban en los tendidos. 

Había muchas esperanzas en Antonio Grande, sin embargo, fue silenciado en su lote. A pesar del lucimiento con el capote, las faenas fueron a menos, incapaz de domeñar a sus respectivos novillos. Algo más difícil fue el segundo, al que no logró encontrar el compás al que bailarle.

Ficha del festejo:

Arganda del Rey (M). Tendidos llenos. Novillos de Victorino Martín, encastados y de oportunidades varias para la terna. Antonio Grande, silencio y silencio; El Rafi, vuelta al ruedo y oreja; Isaac Fonseca, silencio y dos orejas.