EMILIO MÉNDEZ
Sevilla ha celebrado su tercera corrida de toros, una corrida de toros mixta en la que el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza y los matadores de toros Juan Ortega y Pablo Aguado que se midieron a los ejemplares de las ganaderías de El Capea y Hnos. García Jiménez y Olga Jiménez. Los animales brindaron juego y opciones para el triunfo en una tarde emotiva y marcada por la despedida de Hermoso de Mendoza. Mostraron buen son y el primero incluso bravura. El tercero fue el toro más deslucido, que no permitió la expresión del diestro sevillano. Pablo Hermoso de Mendoza mostró disposición con el primero de la tarde, al que toreó a la grupa pero con el que deslución con el rejón de muerte. Dejó una faena de emoción y calado en la que volvió a deleitar con su cuadra. Ortega dejó detalles de arte y muy toreros en su faena con el segundo, pero que deslució con la espada. Dejó una faena de detalles ante un quinto deslucido con el que no terminó de redondear la faena. Aguado tuvo algún que otro muletazo aislado ante un toro deslucido que no permitió la expresión al diestro. Desarrolló una faena de esfuerzo y entrega ante un sexto complejo.
Hermoso de Mendoza disposición que desluce con el rejón de muerte
Pablo Hermoso de Mendoza se midió al primero de la tarde, un toro bueno y con buen son al que dejó un rejón de castigo. Se cambió al tercio de banderillas, en el que lució su cuadra, estando muy dispuesto, cuajando algunas banderillas al quiebro, toreando bien a la grupa, incluso haciendo también la Hermosina. Culminó con las banderillas cortas y su fallo con el rejón de muerte.
Faena de arte y muchos detalles de Juan Ortega
Juan Ortega saludó en su capote al segundo de la tarde y primero de su lote, un buen toro con el que se estiró por bellas verónicas, dos de ellas de cartel, conectando con el tendido desde el inicio. Tras su paso por el caballo, en el que se empleó, llegó un quite de Ortega por chicuelinas muy artísticas, del que también hubo Aguado, luciéndose por chicuelinas. El diestro sevillano brindó al rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza. La faena tuvo muchos matices, dejando detalles muy toreros y artístico. Dejó media estocada.
Silencio para Aguado ante un tercero sin opciones
Pablo Aguado saludó al tercero, un toro de muy deslucido y de pocas opciones, al que recibió con algunas verónicas y un remate muy torero. Se alcanzó la faena de muleta y Aguado brindó a Pablo Hermoso de Mendoza. Sólo pudo dejar algunos muletazos aislados para culminar con una estocada.
Oreja para Pablo Hermoso de Mendoza tras una actuación emotiva y de mucho calado
Pablo Hermoso de Mendoza, que brindó a su familia allí presente en la plaza, recibió al segundo de su lote, un toro al que le puso hasta dos rejones de castigo para después lucirse con elntoreo a la grupa. En las banderillas lució con su cuadra, destacando también a Nairobi, con el que dejó los palos al quiebro. Culminó con las rosas, bien colocadas y en las que pudo lucirse. El rejón de muerte lo hundió con acierto al segundo intento.
Ovación para Juan Ortega ante un toro deslucido
Juan Ortega recibió en su capote al quinto de la tarde, un toro también bastante deslucido con el que solo pudo dejar alguna que otra verónica aislada. En la faena de muleta mostró disposición, con algunos detalles pintureros pero sin terminar de redondear la faena. Culminó doblándose con toreria con su oponente, siguiéndole con una buena estocada.
Aguado ante un sexto complejo al que le buscó las opciones
Pablo Aguado saludó al sexto de la tarde, un toro que planteó muchas complicaciones desde el inicio, al que trató de meter en la tela y al que logró dejar algunos capotazos muy meritorios. En la faena mostró disposición y entrega, pero sólo pudo dejar algunos muletazos aislados. Lo intentó y le buscó las opciones a un toro ante el que tuvo que hacer un gran esfuerzo. Culminó con una buena estocada.
Sevilla. Lleno de ” No hay billetes”. Toros de El Capea y Hnos. García Jiménez y Olga Jiménez. Los animales brindaron juego y opciones para el triunfo en una tarde emotiva y marcada por la despedida de Hermoso de Mendoza. Mostraron buen son y el primero incluso bravura. El tercero fue el toro más deslucido, que no permitió la expresión del diestro sevillano. Pablo Hermoso de Mendoza, palmas y oreja; Juan Ortega, ovación y ovación; Pablo Aguado, silencio y silencio.