PATRICIA PRUDENCIO
El Hoyo de Pinares ha celebrado un festival taurino en el que los matadores de toros Javier Cortés, Víctor Hernández, Sergio Rodríguez y Jarocho, junto con el novillero sin caballos Julio Méndez, se midieron a los novillos y eral de la ganadería de Guadalest. Los animales plantearon teclas en su embestida, teniendo que saber llevarlos a la altura y ritmo que pautaban. Fueron llevaderos en líneas generales, pero destacó muy por encima el sexto, el eral de Guadalest que fue ovacionado en el arrastre y que fue el que mayor movilidad y ritmo presentó en la tela. Javier Cortés, Jarocho y Julio Méndez se repartieron un total de seis orejas, dos por coleta. Víctor y Sergio empañaron sus actuaciones con el acero.
Javier Cortés saludó al abreplaza un toro que se emplazó en su salida, pero con el que se lució en el capote, estirándose con él. En la faena de muleta se lo envolvió, manteniéndolo fijo en la muleta, llevándolo a media altura. Lo pasó en largo, alternando pitones, encontrando expresión y transmisión. Mató con acierto.
Víctor Hernández se lució con variedad en su saludo capotero al segundo de la tarde. Se alcanzó la faena de muleta y Víctor la inició muy templado, manteniéndose muy en torero. El novillo fue exigente, había que ordenar las embestidas, en ocasiones algo caóticas. El diestro se supo imponer al natural, cuajando así su faena, aunque también dejó buenos muletazos por el derecho ante un toro disperso al que le costaba tomar la tela y que terminó por quedarse parado. Falló con la espada.
Sergio Rodríguez desarrolló un saludo variado con el tercero de la tarde, un toro complejo que le planteó muchas dificultades desde el inicio. A pesar de su falta de acople ante una embestida incierta y desmedida, Sergio logró imponerse y darle forma a una faena que resultó algo larga, pero que fue muy meritoria. No encontró acierto con la espada.
Jarocho bregó al cuarto, un novillo que tampoco se lo puso fácil. En la muleta cuidó la embestida en un tira y afloja continuado en la que lo llevó a media altura, incluso ayudándolo en la salida. El recién estrenado en el escalafón de matadores, supo desarrollar una faena dotada de temple, suavidad y despaciosidad, tratando de torear muy para el.
Julio Méndez, el novillero sin caballos, saludó al sexto, un eral que fue el que mayores opciones brindó en la tarde, con una embestida más clara, con mayor movilidad, ritmo y repetición. El novillero se lució desde el capote, para después iniciar su faena a pies junto desde los medios con varios pases cambiados por la espalda. Se lo envolvió encontrando ligazón en una faena de calado y peso.
El Hoyo de Pinares (Ávila) España. Novillos de Guadalest para Javier Cortés, dos orejas; Víctor Hernández, saludos; Sergio Rodríguez, saludos; Jarocho, dos orejas y Julio Méndez, dos orejas.