PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ/FOTOS EMILIO MÉNDEZ
Logroño ha celebrado el tercer festejo de su Feria Taurina, una corrida de toros en la que Diego Urdiales y Alejandro Talavante se midieron mano a mano a los ejemplares de la ganadería de Juan Pedro Domecq tras la baja de Morante de la Puebla. Los animales fueron variados en comportamiento, de escasa fuerza y de muchas teclas que buscar y encontrar. Fue el sexto el mejor toro de toda la tarde. Urdiales estuvo firme y lucido con el primero, con el que encontró la expresión por el pitón derecho en una faena larga. Le dio la vuelta a su faena con el tercero, encontrado acople y continuidad al natural con un toro del que no se esperaba nada. No tuvo argumentos con el quinto. Talavante ante el primero no tuvo opciones, un segundo sin fuerza que perdía las manos con facilidad. Lo intentó y buscó por ambos pitones sin encontrar acople con el cuarto. Cuajó una gran faena al buen sexto de Juan Pedro Domecq que rubricó con un estoconazo.
Urdiales corta la primera oreja de la tarde
Urdiales saludó al abreplaza, estirándose con gusto ante un toro que siguió bien los vuelos de su capote. En la faena de muleta, lo pasó por ambos pitones, paró y se lo llevó a los medios, donde lo quiso meter y ligar. Le dio tiempo y sitio para después ligarlo por el pitón derecho, ayudando a un toro que se quedaba corto. El toro levantaba la cara con un remate de embestida deslucido. Logró aprovechar la inercia y llevarlo metido en una tanda que tuvo ritmo y que caló en los tendidos. Al natural abría y recogía, sin poder bajarle la mano, pasándolo de uno en uno. Insistió por aquel pitón izquierdo, cruzándose. Pero la expresión llegó por el derecho en una faena larga en la que costó cuadrarlo. Lo mató con acierto.
Talavante alarga sin tener toro en el segundo de la tarde
Se estiró Talavante con el capote ante el segundo de la tarde y primero de su lote. Se alcanzó la faena de muleta y Talavante lo pasó con desmayo a pies juntos, aguantándolo y cuidándolo. Le ganó terreno y, prácticamente, en los medios le dio tiempo y sitio ante de pasarlo por el pitón derecho. El animal deslucía a sus salidas, sin fuerza, moviéndose con algún que otro arreón para poder pasar. Cambió al izquierdo, echándole los vuelos a cara y pasándolo de uno en uno, esperando la embestida en los vuelos, tratando de pasarlo muy despacio y con mucha suavidad. Sin embargo, el animal perdía las manos. Tuvo que matarlo con el golpe de cruceta.
Empeño de Urdiales con el tercero al natural
Lo bregó Urdiales al tercero, tratando de encelar a un toro al que se fue llevando a los medios y por el pitón derecho salió suelto. Destacaron El Víctor y Tito con los pares de banderillas. Urdiales comenzó su faena de muleta por abajo, doblándose con el, para sacarlo al paso y llevárselo más allá del tercio. Se decidió por el derecho con un toro sin condiciones para aguantar la faena, con poca fuerza, desplazándose a base de arreones para poder pasar. Siguió el riojano con un toro de embestida irregular y de peor salida que entrada en la tela. Cambió al natural, pero no había embestidas servibles para el lucimiento. Lo pasó uno a uno, sin que dijera nada, llevándolo en largo en unas tandas intermitentes en las que puso todo lo que le faltaba al de Juan Pedro Domecq. A base de insisitirle le robó, por el izquierdo, naturales ligados y largos que se desarrollaron por alto. Logró darle la vuelta a la faena y hacerla romper a más, faena que alargó y acabó pinchando.
Talavante lo intenta y abrevia con el cuarto
Talavante saludó al cuarto con gusto y variedad, luciéndose con el capote. Alcanzó la faena de muleta y el diestro quiso iniciarlo junto a las tablas, bajándole la mano, combinando pases por alto y por bajo para moverlo y tirar del animal. Se decidió por el pitón izquierdo, muy despacio y con mucha suavidad, uno a uno, tratando de limpiar los pases, midiendo las distancias y la altura. Cambió al derecho sin encontrar el acople con un toro al que pasó muy tapado.
Urdiales pasaporta al quinto
A Urdiales le apretó el quinto contra las tablas en su saludo capotero. Volvió a lucirse Tito en banderillas, siendo ovacionado. Brindó Urdiales e inició su faena entre probaturas por abajo, ganándole terreno. En los medios se lo pensó, todavía sin definirse, Urdiales lo pasó por el pitón derecho, sin acople. Rectificó para después tocar y volver colocarse. Cambió al natural, marcando con la ayuda, sin todavía definirse con el quinto, al que no terminó de ver.
Talavante corta las dos orejas al sexto de la tarde
Talavante saludó con algunos lances de recibo al sexto de la tarde. Una vez alcanzada la faena de muleta se fue a los medios para brindar. Después se aproximó al animal para pasarlo a pies juntos y aprovechar la inercia del cite largo para envolvérselo y calar en el tendido. Aquel inicio explosivo despertó a Logroño. Continuó por el pitón derecho, envolviéndoselo, llevando cosido en la tela a un toro noble y fijo en el engaño, con transmisión y movilidad. Se lo pasó por donde quiso, cuajando una faena por ambos pitones. Se expresó por el izquierdo, con un toreo al natural delicado y que levantó al público de sus asientos.
Logroño. Toros de Juan Pedro Domecq. Los animales fueron variados en comportamiento, de escasa fuerza y de muchas teclas que buscar y encontrar. Fue el sexto el mejor toro de toda la tarde. Diego Urdiales, oreja, saludos y silencio; Alejandro Talavante, silencio, palmas y dos orejas.