Jesús Janeiro, también conocido como Jesulín de Ubrique, es sencillo, familiar, ganadero y antes que matador de toros, persona. Siempre ha tenido las cosas muy claras, además de tener una trayectoria que lo abala, lo que le permite imponer sus condiciones encima de la mesa. Todos conocemos sus inicios e historia, sobran los motivos y explicaciones, llenaba las plazas y los empresarios se lo rifaban. Él solo tiraba del carro. Sin embargo, si avanzamos hacia la actualidad su rutina no varía, toreando o sin torear, es un hombre de campo, que no duda en disfrutar de su familia y alejarse, en su justa medida, y desconectar del toro.
Pre.- ¿Quién fue tu ejemplo a seguir? ¿Cómo configuraste tu Tauromaquia?
Siempre he sentido mucha admiración por Paco Ojeda, ha sido un ejemplo a seguir. Es el torero que a mí más me ha impactado y era el espejo donde mirarme. Sin embargo, era difícil estar a la altura a la que he podido ver yo al maestro.
Pre.- Entonces… ¿Cuál dirías que es tu concepto?
Al principio, mi Tauromaquia se basaba en las cercanías, pero con el tiempo creo que fui perfeccionando mucho y depurando una muy buena técnica. Ahora me considero un torero más bien poderoso, un torero de cercanía como lo era el maestro.
Pre.- ¿Dista mucho el día a día de Jesús Janeiro del día de Jesulín de Ubrique?
Normalmente suelo tener la misma rutina toreando que sin torear, porque soy una persona que le dedica mucho tiempo a las faenas de campo. Tampoco soy una persona de entrenar, no soy ese ejemplo a seguir. Nunca lo he hecho, quizá a lo mejor con un motivo justificado, toreaba tanto que el poco tiempo libre que tenía lo dedicaba a disfrutar del campo, de la caza y principalmente de mi familia. En pocas palabras, a desconectar totalmente del toro. La ganadería también requiere mucho tiempo, toda esa labor del campo agrícola y ganadera la llevo yo directamente, no tengo personal para llevarlo. Al fin y al cabo, me distrae, me viene bien y me mantiene en forma, a pesar de todo el tiempo que conlleva. En definitiva, saco un poco de tiempo para mi ocio que es la caza e indudablemente también, por encima de todo, saco tiempo para estar con la familia, para estar con mis hijos, con mi mujer, viajar… Así es la vida que suelo llevar.
Pre.- Has mencionado tu ganadería ¿Qué buscas en tus ejemplares?
Siempre he buscado un toro dócil, «noble» y fácil para estar delante de él. Es verdad que no hay ninguno fácil, pero sí puede haber uno que te de esa tranquilidad y con el que puedas estar cómodo delante, si es que se puede decir estar cómodo. De vez en cuando, hay novillos y erales que me salen más retorcidos, con más mala leche, pero en líneas generales la base de la ganadería es muy buena.
Llevo 32 años como ganadero, al principio empecé con el encaste Domecq y un lote de vacas de Bernardino Píriz. En el año 2000, lo quité todo y me centré mucho en la ganadería de Núñez del Cubillo, de la rama de Osborne, después he ido metiendo toros de Domecq. Esa mezcla no me ha ido mal, lo que sí es verdad es que el novillo, normalmente, suele embestir.
Como ganadero, he adaptado mi toro a mi propio concepto, un toro que no sea fiero, que se deja dominar y que cuando lo dominas lo puedes disfrutar. Hay toros y ganaderías con las que nunca te puedes confiar, tienes que estar con la escopeta cargada.
Pre.- Hablando de esa relación de toro y torero, ¿cuál es la faena con la que mejor te has sentido?
Cuando se torea mucho, hay muchas tardes buenas. malas e irregulares. Una faena que se me venga así de sopetón fue con un toro de los hermanos San Pedro. Este había estado en una corrida en Málaga, pero lo habían echado para atrás, aún no sé el motivo. Ese mismo toro llegó a una corrida que toreaba con Curro Romero y Emilio Muñoz en Sevilla, ese toro estaba como sobrero, pero me tocó a mi. Estuve a gusto, toreé despacio y a pesar de pegarle un pinchazo, media estocada y dos descabellos, le corté una oreja con fuerte petición de la segunda. Puedo decirte que fue una faena bonita, bien construida, bien hecha y con un colaborador excepcional, un gran toro. Aunque también se me hizo un poco cuesta arriba, porque el maestro Curro Romero, que no solía salir a hacer quites, mira como vería al toro que se lo hizo.
Después hubo otra corrida, con el mismo cartel en la feria de San Miguel en septiembre. Hubo otra faena muy buena a un toro de Torrealta, este fue curioso porque le corté una oreja y el presidente tardó tanto en darla que el toro se lo llevaron y tuvo que ir el alguacilillo al desolladero a por la oreja.
Por último, también hay otra faena, un poco más emocionante, a un toro que se llamaba Guitarrista de Diego Garrido. Le corté una oreja sin que se me tocara la música en Sevilla.
Pre.- ¿Qué esperas de esta temporada? ¿ Y de tu 30 aniversario?
No sé lo que esperamos todos los toreros, porque visto lo que hay ahora mismo con el Coronavirus, está afectando a ferias importantes como Valencia y Castellón. Esperemos que esto termine lo antes posible. Ahora mismo, con vistas a las temporada, estoy un poco en standby. Es cierto que he mantenido conversaciones con el empresario José María Garzón sobre Santander y Granada, he puesto mis condiciones y él las suyas, así que nos hemos dado un margen de un tiempo de una semana para pensarlo.
En el momento en el que yo me vea anunciado en una corrida de toros, otros empresarios empezarán a romper un poquito el hielo. Es cuestión de tiempo, no te puedo decir si voy a torear mucho o poco, no tengo intención de torear muchas corridas pero si torear alguna. Soy un persona que creo que puedo poner mis condiciones encima de la mesa, quien pueda que ponga las suyas.
Pre.- ¿Qué es lo que nunca te han preguntado? ¿Consideras que la prensa se ha dejado llevar por tu vida mediática?
Soy una persona que nunca ha pactado las entrevistas, cada uno cumple con su papel, como entrevistado y entrevistador. El riesgo que se corre conmigo es que soy muy claro y directo, pero creo que las entrevistas tienen que ser abiertas en todos los sentidos. Es verdad que cuando se está hablando de toros y la persona trabaja para un medio taurino, no me han preguntado por mi vida personal, es lo que menos interesa y se deben basar en la vida profesional que es en definitiva lo que quiero. La vida privada de cada uno la maneja e interpreta como uno quiera.
En mi profesión, el toro no pregunta, los deberes hay que hacerlos delante de un toro. Mi CV me abala lo suficiente para crear polémica, discutir, entender y poder ser criticado como torero. Nunca he querido mezclar mi vida personal con mi vida profesional, otra cosa son las circunstancias que me han podido rodear.
Pre.- Apelando a toda tu trayectoria ¿Qué análisis harías de la situación que vive la Tauromaquia?
Es la situación hacia la que hemos querido ir, en el sentido de que muchas veces los problemas están dentro y hacemos la vista gorda. Las heridas hay que curarlas de dentro a fuera, no cerrar y dejar el microbio, el virus o la infección dentro, porque eso al final termina fastidiando. La fiesta carece de un plantel de toreros que sean capaces de tener tirón. Algunas veces me han preguntado sobre mi vuelta, si yo volviera no sería ni la sombra de lo que llegué a ser, porque todo tiene un principio y un final. Todo pasa, la novedad pasa, ya uno no es el mismo, los públicos son diferentes.
Como aficionado, echo en falta un torero que sea capaz de afrontar una temporada de 70, 80, 90 corridas de toros, que sea capaz de tirar del carro el solo. Entiendo a los empresarios, que tengan que rematar una feria con 5 o 6 corridas de toros y tengan que hacer muchas combinaciones, pensando cómo combinar a unos con otros con la incertidumbre de si llena o no, sabiendo que puedan perder dinero. Es una situación difícil, pero tal y como está el escalafón, cada torero tiene su propio interés, yo tengo el mío y cada uno el suyo.
Se comenta que la unión hace la fuerza, pero el torero que tiene fuerza no la quiere compartir con el que no la tiene, porque ha llegado donde está por méritos propios. Esto es normal, yo lo he hecho, no cedía nada, pero entonces había un plantel de toreros con mucho interés. Los toreros actuales ya le han pegado a España y a América unas 30 vueltas, entonces llega un momento en el que se exprimido todo en exceso. Toca pensar en el futuro, sin embargo, quitando a Roca Rey hay muchos que son buenos, que apuntan pero no disparan. La clave está en ser un torero constante y machacón como lo es el peruano, pero no puede tirar del carro uno solo para mantener la fiesta.
Pre.- ¿Y qué opinas del Coronavirus?
Lo que al principio parecía que estaba en China y que era imposible que llegara aquí, llegó a Europa y entró. Se está viendo lo que ha pasado en Italia y lo rápidamente que se ha extendido en nuestro país, así como las consecuencias. Vamos a ver qué es lo que pasa, ojalá sea algo pasajero y rápido porque bueno la feria de abril está ahí a la vuelta de la esquina y puede ser que peligre. No sé cómo se podrán recuperar esas ferias, en que época, ya es imposible, pienso, no lo sé.
Cómo encajarías tú la feria de Valencia en mayo, junio o agosto. Puede haber otras alternativas. lo que si es verdad es que el problema esta ahí y que como fuerza mayor hay que hacerlo. El Coronavirus se propaga y contagia tan rápido, aún más en sitios de aglomeración, que es lógico y motivo suficiente para cortar por lo sano, igual que hicieron con los deportes y otro tipo de concentraciones.
Es la única manera de concienciar y de poder pararlo, esto es una obligación, no queda otra.