Artículo de opinión
Nuno Casquinha en Thornton I FROMERO
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PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ
La Tauromaquia se ha desorientado, ahora ya no se desarrollan los tercios ni la suerte suprema como deberían. La última novedad es torear a un astado con un peto, que vaya usted a saber como se adhiere. Esto es lo que ocurrió el pasado domingo 20 de octubre en Thornton en California.
Da igual los motivos, existe el hecho de que se ha manipulado la lidia de un festejo con una liturgia intrínseca que merece respeto. No se habla desde la tradición, se habla desde la necesidad de defender la integridad de la Tauromaquia. Tantos años dedicados a la defensa de la misma que a la primera de cambio se desprestigia.
Las corridas de toros tienen una estructura que se debe seguir. Hechos como los del domingo pasado, son una forma de dar la razón a los enemigos de esta fiesta, los cuales empezaron por suprimir la muerte del toro en el espectáculo y han avanzado hasta prohibir las corridas de toros.
El daño ya está hecho, no entraremos en detalles, pues una imagen vale más que mil palabras. Por lo que podrán juzgar por su cuenta. Muchos países no celebran festejos taurinos porque no merece la pena agregar un tipo de evento que perdería su esencia. Por lo tanto es preferible no importarlo si no es fiel a la realidad.
Dónde quedará aquello de que se pone la vida al servicio del arte, porque ya no es una lucha entre iguales.