Entrevista tras su percance en el Zapato de Oro
Daniel Menés en el momento del percance I @DANIELMENES |
PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ
El espada madrileño Daniel Menés sufrió el pasado sábado 28 de septiembre una grave herida por asta de toro. El madrileño recibió la cornada cuando entraba a matar al segundo de su lote, un astado de Partido de Resina. Hasta hoy lunes 30 de septiembre permanecerá ingresado en el Hospital de Calahorra, pues este martes está previsto su traslado hasta la capital.
Arnedo era una gran apuesta en la que había que arriesgar y así fue. En Guarismo del ocho, Menés ha explicado que su primer novillo fue complicado y no había ninguna esperanza. «Era bastante malo y a decir verdad no lo maté demasiado bien», añadía como reseña al primero de su lote. Sin embargo, el segundo le dio algo más de juego, era noble y humillaba, más o menos como el resto de la novillada. «Me dejó estar y pude torear relajado, todo iba bien, pero sabía que me la jugaba en la muerte suprema, por lo que me tiré recto echándole la muleta abajo. Fue entonces cuando me vi prendido», así describe le novillero el momento del percance.
Una vez en el suelo, explica que intentó levantarse, pero no podía se le estaba quedando la pierna dormida, consecuencia de toda la sangre que estaba perdiendo, pues salía por los dos lados. «Fue una cornada que me atravesó el muslo derecho, con una segunda trayectoria hacia la rodilla y la corva. Me alcanzó el nervio ciático», describe el diestro.
A pesar de lo ocurrido, Menés está tranquilo y muy animado, aunque comentaba «Hoy he amanecido más dolorido que ayer, también es verdad que me suministraron más calmantes». Lo que más destaca de esos dolores son los del nervio ciático, afectado en el percance, por lo que añade, «me dan calambrazos cada minuto y medio. Veo las estrellas, pero lo sobrellevo con muchos analgésicos».
Rápidamente cambiamos de tercio y preguntamos con mentalidad torera por su fecha de reaparición. El espada nos responde «Me gustaría llegar al 11 de octubre en Mejorada de Campo, pero los especialistas me dicen que es algo imposible». Él mantiene la esperanza y promete no perderla, sabe que es difícil pero quiere intentarlo.
Daniel Menés considera que está en un buen momento y recuerda su tarde en Las Ventas, donde estuvo a punto de cortar una oreja. El resto de temporada la han marcado los festivales, donde se ha expresado con libertad y madurez. Si todo va bien espera ir a México para matar algún festejo y volver a España listo para tomar la alternativa.