domingo, 6 de octubre de 2024

Díez toros dejan sin opciones a la terna en Madrid

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MAR MUÑOZ

Las Ventas celebró una corrida donde se acartelaban Juan de Castilla, Isaac Fonseca y José Fernando Molina, que se midieron a los de Antonio Bañuelos de los que sólo se pudieron lidiar el, 1°, 3° que hubo que matar porque se partió una pata y el 6° que no se prestó al lucimiento, así como los cuatro sobreros que salieron al ruedo en la tarde. Juan de Castilla no pudo expresarse con el primero de la tarde con el que dejó alguna pincelada por el pitón derecho. Con su segundo tras dos toros devueltos dejó una meritoria faena en la que la espada le robó el trofeo, pero dio la vuelta al ruedo tras una leve petición. Isaac Fonseca tuvo que lidiar con el primer sobrero después de que se devolvieran sus dos toros, con el que tuvo un tira y afloja sin que le permitiera lucirse. Con el segundo sobrero, un toro que se emplazó y complicó la lidia, resultó carente de fuerza, por lo que no tuvo opciones. Molina se quedó sin toro al partirse una pata en los primeros pases de su faena, por lo que tuvo que matarlo y con el último tampoco pudo expresarse.

Juan de Castilla fue bregando y sacando a “Pampanito” sin terminar de estirarse con él. Un ceñido quite por chicuelinas realizó Fonseca antes de pasar al tercio de banderillas. Brindó al respetable y genuflexo en el tercio lo probó por ambos pitones antes de sacarlo a los medios. Comenzó su faena con pases largos y profundos aplaudidos en el tendido.  Le dio tiempo y sitio a un animal que acudía de largo. Juan aprovechaba la inercia para ligar, pero en un pase de pecho se vio prendido sin aparentes consecuencias. Le cambió los terrenos, el animal ya había visto las tablas. Se puso al natural, se tragó dos, pero después buscó las tablas.  De uno en uno fue robándole los naturales a un toro rajado y que buscaba. Fue a por la espada, pero el viento dificultaba la labor de colocarle en suerte, así que le costó cuadrarle. Se perfiló y hundió el acero.

Isaac Fonseca enceló en su capote a “Zalamedo”, después se lució a la verónica cerrando con una media. Molina ejecutó un lúcido quite antes de que devolvieran el toro, al que costó meter en toriles. En su lugar salió su segundo toro, “Sufrido” al que le costó encelar en su capote, sólo pudo bregarlo. Se pedía el cambio del animal, petición que fue atendida por el presidente. Salió el primer sobrero, un toro de Montalvo de nombre “Romano” que salió abanto y se emplazó. Isaac lo enceló en su capote e intentó estirarse con el hasta que prendió el capote. Se ejecutó un muy buen tercio de banderillas por lo que Curro Javier y Tito saludaron una ovación junto con Rey, que llevó la brega.  Issac Brindó al respetable y de rodillas, sin probaturas y en los medios se puso a torear por el pitón derecho. Siguió por ese pitón, citando de lejos a un animal que media. El viento también molestaba. Cambió al pitón izquierdo, le dio sitio, y a media altura intentó pasarle de uno en uno, pero se le venía por dentro, por lo que no había lucimiento.  Montó la muleta y a mitad del pase se le volvía a meter.  Fonseca se puso y quiso tirar de él, le perdía pasos, le daba sitio y robaba los pases de uno en uno. Exponiéndose, intentó robarle algún que otro natural antes de ir a por la espada, que hundió segundo intento.

Molina se estiró y lució a la verónica con “Castañero”. Juan no perdonó su quite que fue lucido y ajustado por gaoneras. Brindó en los medios y bajo el tendido del siete por el pitón derecho quiso comenzar su faena. En un pase el animal cayó y se partió la mano, así que Molina tuvo que ir a por la espada. Le costó matarlo, no se podía ejecutar bien la suerte y tras tres pinchazos fue a por el verduguillo y al tercer intento dobló.

Juan de Castilla fue pasando de hinojos a “Zalamedo” en su capote, buscando el lucimiento en su recibo. Se pidió el cambio y se aceptó la petición. En su lugar salió un toro de Carmen Valiente de nombre “Fallero” con el que Juan se estiró a la verónica. Se pidió el cambio de este también con mucha insistencia por carecer de fuerza y finalmente se cambió.  Salió uno de Las Ramblas llamado “Saltamontes” al que costó encelar en el capote, pero al que Juan bregó.  Tras un brindis particular, en los medios y sin probaturas empezó a pasarlo por el pitón derecho, toreando en redondo. Siguió por ese pitón con paso atrás y ligando, dejando una tanda aplaudida en el tendido. El animal seguía el engaño a media altura. Cambió al natural, le dio sitio para aprovechar la inercia y ligar los pases, pases, que fueron largos. Le dio tiempo y siguió por ese pitón con el paso atrás, enroscándose con él, poniendo de acuerdo al tendido.  Retomó el pitón derecho y Juan ligó otra tanda antes de ir a por la espada. Montó la muleta y cerró con manoletinas y un pase de pecho en rodillas. Lo colocó en suerte y hundió el estoque, pero tardó en doblar lo que le obligó a descabellar

Isaac Fonseca tuvo que recibir al segundo sobrero “Memorable” de Couto de Fornilhos  que salió abanto y reservón. No llegaba a su capote y tuvo que ir Curro Javier, pero con el mismo resultado. El animal seguía en lo suyo. Se emplazó y ninguno se atrevía ante el peligro.  Probó Juan Carlos Rey sin resultado, no atendía a ningún capote, pero ante las protestas del público, se cambió de tercio.  Le citó Fonseca sin que atendiera, sin conseguir llevarlo al caballo, no pasaba. El animal seguía emplazado y rehuía los capotes hasta que Juan lo pasó en el suyo y se pudo llevar al caballo. El segundo puyazo se lo dio el que guarda la puerta, era un total desgobierno. El tercio de banderillas fue meritorio y expuesto. Hizo un brindis particular y en el tercio genuflexo le fue obligando, así quiso comenzar su faena. Siguió en los medios por el pitón derecho, pero el animal se cayó, perdía las manos y no permitía terminar una tanda.  Fonseca lo llevó a media altura, cuidándole, pero sin lucimiento, pues simplemente pasaba. Cambió al natural y de uno en uno, perdiéndole pasos lo fue llevando. El animal se caía constantemente sin permitir el lucimiento. Fonseca le daba el pecho y se cruzaba con el intentando lo imposible. Montó la muleta entre las protestas del tendido, que quería que lo matara. El mexicano siguió en su empeño, pero ante la imposibilidad fue a por la espada y al tercer intento logró matarlo.

Molina se estiró a la verónica con “Faisán” entre los “olé” del respetable. Juan hizo su quite a la verónica. Tras brindar en los medios se fue bajo el tendido del siete y allí comenzó su faena obligándole por abajo. Siguió por el pitón derecho dejando pases largos, pero no le sobraban las fuerzas, así que le dio tiempo y sitio, aunque no se prestaba a la continuidad. Cambió al pitón izquierdo y de uno en uno lo iba llevando. Retomó el derecho y solo pasaba, le punteaba la tela y deslucía, no había ligazón posible. Molina se puso e intentó poner el lucimiento que le faltaba al animal, pero tuvo que ir a por la espada, porque no había nada más que sacar. Dejó algún natural antes de cuadrarle y dejar una estocada entera.

Ficha del Festejo:
Las Ventas, toros de Antonio Bañuelos para Juan de Castilla, ovación y vuelta al ruedo tras petición y aviso; Isaac Fonseca, silencio tras aviso y silencio tras aviso y Molina, silencio y palmas.

FOTO: APC

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